Proceso de curaduría BFW 2018
Los últimos peldaños están siendo recorridos. La gran escalera que, en un principio parecía tan compleja e inclinada, con pocos descansos y bastantes contrahuellas, paulatinamente les acerca al deseado siguiente nivel, aquel donde solamente los mejores tienen un lugar reservado. La plataforma de negocios y moda más importante del país ha preparado a sus participantes de cara al mundo, y de qué manera.
El Instituto Europeo di Design de Barcelona (IED) ha tenido a su cargo el proceso curador para esta versión de Bogotá Fashion Week (BFW), a través de una metodología creativa en cabeza de exponentes idóneos para sus tres industrias eje, generando evolución tanto artística como comercial; la apuesta por una mirada internacional está dada por el interés en enriquecer el conocimiento sobre del mercado y el consumidor global, contrastado con la praxis de un equipo técnico local que complementa perfectamente el ejercicio. “La curaduría ha sido fundamental para el proceso creativo… nos invitan a ver más allá, a redescubrir valores estéticos propios de cada marca y sobre todo a pensar en el estilo local para poder mostrarlo de forma global…”, comenta Juliana Mejía, directora Creativa de Divina Castidad Handbags, sobre el aporte de este macro proceso a su firma.
Más de 760 horas de asesoramiento entre citas individuales en función del desarrollo de la nueva colección (presenciales y virtuales), y dos workshops (enfocados en marca, producto, metodología, precio, comunicaciones y puesta en escena) abarcan temas preparatorios de suma importancia de cara a la rueda de negocios con compradores nacionales e internacionales, trazada como objetivo número uno de la plataforma. “La curaduría por parte del IED ha sido un aporte muy valioso para los diseñadores y marcas que estamos participando en esta versión, nos han brindado conocimientos y herramientas para fortalecer nuestras empresas y prepararnos para ser competitivos y entender la moda como negocio…”, según Faride Ramos Toscano, diseñadora de prendas de vestir, sobre este proceso.
La curaduría de BFW18 ha sido muy exigente para que, aquellos que fueron seleccionados, tengan hoy la capacidad de generar negocios globales de forma inexpugnable. Y es que como lo reza el afamado chef catalán, Ferran Adrià: “Tenemos que ser locales para conocer el mundo…”, una visión compartida por la Cámara de Comercio de Bogotá y sus distintas plataformas creativas, las cuales basan sus esfuerzos en ayudar a cumplir sueños de empresarios que conservan la majestuosidad de sus raíces. Conscientes de que la ciudad ha aguardado con alta expectativa por el momento en que la capital aparezca en los principales radares del diseño mundial, lo potencial ha cambiado su naturaleza; hoy por hoy es un acto fidedigno que nos ubica en los más importantes planos de la moda global.